Gorra Klelia Voltaire

Diseñado en París

Zadig&Voltaire se creó en 1997 en París y, desde entonces, todas las colecciones de la firma se diseñan en nuestras oficinas en pleno corazón de la capital. No hay boceto, ni silueta, ni siquiera estampado, que haya sido concebido y diseñado en un lugar diferente al centro neurálgico de Zadig&Voltaire.

Diseñadores, patronistas y jefes de taller trabajan codo con codo, bajo la dirección de nuestra directora artística, Cecilia Bönström, para crear los modelos que han cosechado, cosechan y cosecharán el éxito de la marca.

A veces cerca y otras, no tanto. En nuestro afán por ofrecerle las mejores piezas posibles, hemos buscado a los expertos en sus lugares de origen, para trabajar con confianza, independientemente del modelo, la dificultad técnica y con el objetivo de promover una producción lo más responsable posible.

¿Por qué esta elección del país de fabricación?

A menudo denostado, el «Made In China» está sin embargo lejos de los tópicos transmitidos durante el siglo XX. El país ha sabido desarrollar sus técnicas ancestrales y adquirir otras nuevas para convertirse en un taller de costura puntero. Como primer productor mundial de seda, viscosa y algodón, China dispone de la infraestructura necesaria para trabajar estas materias primas. Los conocimientos técnicos son numerosos e innegables, al igual que la reconocida pericia en una etapa crucial de la producción: el ensamblado. A la vanguardia de la innovación, nuestros socios con sede en China contribuyen a producir colecciones más responsables, por ejemplo fabricando viscosa a partir de bosques gestionados de forma sostenible o desarrollando cada vez más productos con algodón orgánico.

La seda, una técnica específica de China: La seda utilizada por Zadig&Voltaire, procedente de China, se hila no muy lejos de su lugar de producción para preservar su calidad. Esto se debe a que la seda no tolera muy bien las variaciones de temperatura, por lo que es un aspecto clave para obtener un producto de buena calidad. Llevamos mucho tiempo trabajando con la misma fábrica y apreciamos sus conocimientos técnicos. Priorizamos una relación de confianza con nuestras fábricas, a las que consideramos socias.

El algodón militar: Los fabricantes chinos son verdaderos expertos en trabajar los materiales. Saben cómo lavar el algodón para darle el aspecto que busca Zadig&Voltaire. De hecho, la firma compra lona de algodón militar «auténtica» que posteriormente nuestras fábricas asociadas trabajan para suavizarla. Estas últimas desarrollan conocimientos técnicos ecológicos y especialmente innovadores.

La ropa de abrigo, una pericia técnica que China domina: Nuestras fábricas asociadas dominan a la perfección los materiales impermeables, hidrófugos y cortavientos. Ellas mismas los desarrollan y están a la vanguardia en estas tecnologías.

Especialista en estampados en viscosa: Las piezas de viscosa de Zadig&Voltaire son principalmente estampadas. Todas ellas son desarrolladas por diseñadores gráficos de la propia firma, en nuestras oficinas de estilo parisino. Para garantizar el respeto del diseño y los colores originales, es necesario trabajar con socios de reconocida experiencia en impresión. Fabricada con fibras procedentes de bosques gestionados de forma sostenible, la viscosa que utiliza Zadig&Voltaire se estampa en nuestras fábricas asociadas, que poseen un saber hacer inimitable y con las que trabajamos desde hace muchos años.

El punto: Aproximadamente el 40 % de nuestras prendas de punto se fabrican en China, incluido el cachemir virgen de Mongolia Interior, que cuenta con la certificación GCS (Good Cashmere Standard), y la lana merina, con la certificación RWS (Responsible Wool Standard). En este sentido, Zadig&Voltaire trabaja casi exclusivamente con socios que cuentan con la certificación RWS para la lana merina y con socios registrados por la Good Cashmere Standard para el cachemir virgen. Nuestros fabricantes dominan todas las técnicas, como el bordado, la intarsia y la pluma, un saber hacer exclusivo de la firma.

El ensamblado, una especialidad en sí misma: El desarrollo de productos es extremadamente fácil en China porque sus fábricas dominan a la perfección el ensamblado; es decir, las técnicas utilizadas para montar y acabar las prendas, sobre todo las de gran tamaño, como la ropa de abrigo.